
Para mi amigo del alma, Miguel Ángel Vargas.
Nuestra primera salida en meses. Una oportunidad para revivir cierta esperanza en medio de esta pandemia. Por un momento, la visión de la montaña, con sus caminos poblados de hojas muertas y los colores del otoño abrazando el follaje, despidiendo una etapa, nos hicieron olvidar el momento duro que vive la especie humana y la tragedia que hemos sufrido en los Estados Unidos, el coronavirus y el oscurantismo medieval de los que ignoran la ciencia, y enarbolan cantos de barbarie, racismo y atraso.
El dibujo de las ramas, las pinceladas de colores en la escena, la magia siempre bella del otoño pudo hacerme respirar profundo y amar nuestro hermoso planeta. He aquí algunas escenas capturadas de ese momento, en Bear Mountain, a poco más de una hora y media en tren, desde la ciudad de Nueva York, donde vivimos. Espero les gusten.








¡¡¡Increíbles fotos, me encantaron todas!!!
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Gracias querido Rafael. Me agrada saber que te gustaron. Un abrazo.
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Preciosas fotos, el color renueva la esperanza, vendrán tiempos mejores.
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Gracias amiga. Un abrazo, desde Nueva York.
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En tu alma resuena ru mirada acertada de la belleza y la oscuridad que nos rodea. Siempre tenemos la libertad de decidir lo que nos hace mejores. 🤗🥰
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Isabel querida, gracias por tus palabras. Un abrazo enorme y mi recuerdo siempre.
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Que hermoso paisaje para reconciliarse con la vida ,querido amigo, nada mejor que ese contacto con la naturaleza y su lento fluir, colmado de transformaciónes, para sentirnos afortunados de existir y poder contemplarla en toda su grandeza.
Excelentes fotos , un gran abrazo.
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Mi querido Jesús, gracias por tus elohios y tu reflexión. Las valoro mucho porque además sé lo que la naturaleza significa para ti, que has sido un explorardor, que escudriñas montes y paisajes. Imagino tu disfrute en las montañas de Santiago. Un abrazo fuerte.
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